![]() De la India a Marruecos no es raro ver mujeres y hombres con las extremidades tatuadas con intrincados dibujos de carácter temporal o bien con el cabello o la barba teñidos con un característico tono rojizo. Nos encontramos ante el uso popular y muy extendido de un tinte denominado henna, que se obtiene de los frutos desecados de la alheña (Lawsonia inermis), una planta cultivada en buena parte de África y Asia y que se ha venido utilizando en pinturas rituales desde hace milenios. El uso de la henna se ha mantenido arraigado en la tradiciones de los pueblos del mundo árabe y ha trascendido las generaciones, convirtiéndose en una parte integral de muchas celebraciones y rituales en los países árabes. Las mujeres del mundo árabe suelen aplicar la henna en ocasiones especiales, como bodas, festivales religiosos y celebraciones familiares. El diseño de la henna varía según la región y la ocasión, pero generalmente incluye intrincados patrones geométricos y florales. Cada símbolo y detalle tiene un significado especial, transmitiendo mensajes de amor, fertilidad, prosperidad y protección contra el mal de ojo. En muchos países árabes, la aplicación de la henna se considera una parte esencial de la preparación de una novia para su boda. Antes del matrimonio, la novia y sus amigas se reúnen en una ceremonia conocida como "Noche de Henna". Durante esta ocasión, las mujeres decoran las manos y los pies de la novia con diseños intrincados de este tinte vegetal que representan la belleza y la prosperidad. Además de la novia, las mujeres invitadas también pueden optar por aplicarse henna en sus manos durante la ceremonia. Además de en las bodas, la henna también se utiliza en otras festividades, como el Eid al-Fitr y el Eid al-Adha, que son importantes celebraciones del calendario musulmán. Durante estos días, las mujeres y niñas suelen decorar sus manos con diseños de henna como parte de la celebración, siendo el momento de su aplicación una oportunidad de encuentro intergeneracional entre mujeres de la familia. Además de su importancia en los eventos sociales, la henna también tiene propiedades medicinales y se considera beneficiosa para la salud, especialmente para el cabello y la piel, dadas sus propiedades antifúngicas y su capacidad para repeler insectos y parásitos. También se ha utilizado como parte del proceso de curtido del cuero y sus flores son un ingrediente habitual de la perfumería tradicional. Autor: Emilio Martín Estudillo
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![]() El Mundo Árabe huele a incienso. Todo el que ha visitado un país árabe ha podido notar como el aroma del incienso y café se mezclan en un mismo olor. El incienso es una resina aromática que se ha utilizado en el Mundo Árabe durante siglos. Se produce a partir del árbol de la boswellia, que crece en el Cuerno de África y en algunas partes de Asia. El incienso está muy presente en la cultura árabe y se utiliza en varios aspectos de la vida, incluyendo la religión, la medicina, la perfumería y la hospitalidad. En muchos países árabes el incienso sirve para dar la bienvenida se quema en las casas para dar la bienvenida a los invitados. El anfitrión o la anfitriona tradicionalmente queman incienso en un quemador llamado "mabkhara" y lo mueven hacia los invitados para que puedan inhalar el aroma. El incienso es una parte importante de la religión islámica, donde se quema en mezquitas y en ceremonias religiosas. La quema de incienso se considera un acto de purificación, y se cree que el humo que se produce tiene propiedades espirituales y de limpieza En las bodas, el incienso se quema en grandes cantidades para crear un ambiente festivo y perfumado. A menudo se quema en grandes quemadores en la entrada del salón de bodas, y se cree que el aroma del incienso atrae a la buena suerte y protege a la pareja de los malos espíritus. El incienso se utiliza en la medicina tradicional árabe debido a sus propiedades curativas. Se cree que tiene efectos antiinflamatorios, analgésicos y antidepresivos. Se utiliza para tratar diversas enfermedades, como dolores de cabeza, tos, fiebre y trastornos digestivos. También es muy valorado en la perfumería árabe, y se utiliza para crear una gran variedad de perfumes y aceites esenciales. Los perfumes a base de incienso tienen un aroma intenso y duradero, y se utilizan en ocasiones especiales. En conclusión, el incienso es un elemento muy importante en la cultura árabe, y se utiliza en varios aspectos de la vida. Desde la religión y la medicina hasta la perfumería y la hospitalidad, el incienso es un símbolo de espiritualidad, curación y elegancia. Si visitas un país árabe, no dudes en probar el incienso y descubrir su aroma y valor cultural. Autor: Emilio Martín Estudillo ![]() Cuenta la leyenda que durante la ocupación portuguesa del norte de África, allá por el siglo XVI, existió una bella mujer llamada Aisha que combatió contra los soldados portugueses. Algunas versiones de la historia afirman que Aisha era de Safi, otras narraciones la ubican en El Jadida, pero todas coinciden en señalar que el valor de Aisha alentó la resistencia africana contra el invasor. Como castigo, las tropas portuguesas masacraron a la familia de Aisha y la joven enloqueció de dolor, vagando desde entonces cada por los caminos como un espíritu atormentado que asesina o hace perder la razón a los hombres que viajan solos durante la noche. Esta leyenda es solo uno de los muchos relatos que giran en torno a la terrorífica figura de Lalla Aisha, también conocida como Aisha Kandisha o Aisha Mulat el- Maryya (Aisha de los pantanos), probablemente el personaje más poderoso del mundo sobrenatural marroquí. Lalla Aísha habitualmente es representada como una bella mujer con patas de cabra o camella que siempre aparece en lugares cercanos al agua -ya sean ríos, marismas, pozos o playas- de donde parece obtener su poder. Las apariciones de Lalla Aisha son muy frecuentes y, según se cuenta, son la causa de la desaparición o enloquecimiento de muchos hombres. Para protegerse del ataque de Lalla Aísha se recomienda llevar algún objeto con filo o bien tatuarse con henna un diamante, un puñal o una figura geométrica. El terror hacia este misterioso personaje está tan extendido que las madres marroquíes nombran a Aisha Kandisha cuando los niños no quieren acabarse la cena o se niegan a irse a dormir, de la misma manera que en otros lugares del mundo se acude al Hombre del Saco o a La Llorona para aterrorizar a los más pequeños. Sin embargo, como tantos personajes de la cultura popular, Aisha Kandhisa posee una vertiente sagrada y benévola que convive en paralelo con su faceta maligna. Así, Aisha formaría parte de los yunnun (“genios”) típicos de la cultura árabe y muy presentes en la zona del Magreb, donde muchos de ellos cuentan con morabitos y otros lugares de culto y peregrinación a los que la gente acude para encontrar marido o esposa, pedir por la curación de un familiar, resolver un conflicto, etcétera. El carácter sagrado de Aisha Kandisha es puesto de relieve por sus sobrenombres: el título “Lalla” denota en Marruecos nobleza, poder y santidad. La palabra “kandhisa”, por su parte podría venir de la palabra portuguesa Condessa (condesa) o bien de la hebrea de origen cananeo “qadhesa” (santa o sagrada); algunos estudios vinculan a Lalla Aisha con la diosa Astarté - divinidad ambivalente que a la vez representaba tanto el amor y la fertilidad como la guerra y los placeres carnales- que a su vez es el origen de la diosa cartaginesa Tanit, que fue adorada en Mediterráneo occidental hasta el siglo II de nuestra era. Aisha Kandhisa, pues, con todo su poder terrorífico y sanador, bien podría ser el rescoldo popular del culto a las sofisticadas diosas de la Antigüedad, cuya fuerza y conexión con la naturaleza han pervivido hasta nuestros días sobreviviendo a la expansión de las deidades grecorromanas, el Cristianismo y el Islam. Emilio Martín Estudillo |
AutorEquipo de Árabe al día Archivos
Junio 2023
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